Aunque no lo creas, estoy segura de que serías capaz de renunciar a mucho más de lo que piensas.
Seguro que a lo largo de tu vida te han hecho creer que para conseguir aquello que deseas tienes que realizar algún sacrificio.
Que ser ambiciosa tiene un precio.
Que tienes que estar preparada para sufrir «daños colaterales».
Y, me duele decirlo, es algo que todavía a día de hoy nos hacen creer especialmente a las mujeres.
Apuesto a que te lo has creído y te has montado un montón de películas en tu cabeza. Incluso has hecho tuyos esos argumentos.
Al pasar por tu mente la idea de tener que renunciar a algo importante para conseguir aquello que quieres te lo piensas dos veces. O tres. O mil.
Y, en el peor de los casos, lo dejas correr. No estás dispuesta a perder algo que de verdad te importa. ¿Cómo vas a sacrificar tanto para perseguir un sueño?
Pero sí que estás renunciando a algo. A lo más importante.
Estás renunciando a ti misma. A tus sueños. A tu felicidad.
¿Acaso no es ese un precio demasiado alto a pagar?
Te propongo que, si tienes que renunciar a algo para conseguir lo que deseas, que sea a:
- La culpa
- El miedo
- El autosabotaje
- Los pensamientos y creencias limitantes
- El perfeccionismo extremo
- La comparación constante
- No establecer límites
- No pasar a la acción
- Dejar que te afecten las opiniones ajenas
- No creer en ti misma y en tu potencial
¿Estás dispuesta a hacerlo?
A veces es necesario perder para ganar.
Dale la vuelta a esas viejas creencias:
– Si tienes que perder algo, que sea aquello que te impide avanzar.
– Cambia la idea de «sacrificio» por «esfuerzo». Deberás trabajar duro para alcanzar lo que quieres, pero no tienes por qué sufrir necesariamente. Lo más importante es disfrutar del camino mientras llegas a la meta.
– Haz que los «daños colaterales» se resuman a deshacerte de viejas creencias que no te llevan a ninguna parte.
Y ten siempre claro que te mereces la oportunidad de perseguir tus sueños.
Te pregunto de nuevo: ¿a qué renunciarías para conseguir lo que deseas?
Te leo en los comentarios.
4 comentarios
Gracias por recordar lo que de tanto sabido uno a veces olvida. Cuando se tiene el valor de dar el paso, lo que se tiene que ir se va, lo que tiene que quedarse se queda, y lo que tiene que llegar llega.
Muy cierto….
hola me encanta la cabecera de tu blog, es una creación personal? Carree Ruddy Johathan
Llevo 5 años de relación toxica y no he tenido el valor y el coraje para terminar la relación. Me siento pésimo