Dejar que tu bienestar dependa del reflejo que te devuelve el espejo es garantía de frustración e insatisfacción. Aprende a sentirte bien por dentro para verte bien por fuera.
Hace unas semanas, paseando por la playa con una amiga, comentábamos los cambios físicos que habíamos notado al entrar en la cuarentena. Entre ellos, kilos que tardan más en irse, manchas en la piel, ojeras más profundas y arrugas incipientes. También hablamos de cómo afectaban esos cambios a nuestro estado anímico.
Mi amiga decía que cuando se veía bien por fuera se sentía mejor por dentro, más contenta y animada. Reconocí –muy a mi pesar– que a mí también me pasaba, aun cuando pensaba que era un error supeditar nuestro bienestar emocional al reflejo que nos devuelve el espejo.
¿Necesitamos vernos bien por fuera para sentirnos bien por dentro? Que la percepción positiva que tenemos de nosotras mismas dependa exclusivamente de nuestra apariencia física es algo que inevitablemente nos conducirá a un estado de frustración permanente, pues el paso del tiempo nos afectará a todas de manera irremediable.
¿No sería mejor –y más lógico– sentirte bien por dentro para verte bien por fuera, en vez de lo contrario?
Cuando te sientes bien interiormente, inevitablemente irradias belleza. No me refiero a esa belleza estereotipada que nos venden constantemente en los medios. Me refiero esa belleza carismática que no solo los ojos perciben; esa belleza que hace que alguien diga «es que tiene un no sé qué que atrae». Y esa belleza nace desde dentro y no entiende de edad.
5 consejos para sentirte bien interiormente
Por supuesto, y como todo en la vida, conseguir ese bienestar interior, esa confianza en una misma, no es cuestión de un día. Es fruto de un trabajo interno y continuo al que, sin duda, vale la pena dedicarle parte de tu tiempo. Aquí tienes 5 tips para empezar a sentirte bien por dentro:
1. Enfócate en lo bueno que tienes
En vez de frustrarte por no cumplir con todas tus exigentes expectativas físicas, siéntete orgullosa de esas otras cosas que te hacen especial y única. Puede que quizá no seas tan alta como quisieras, pero seguro que tienes una mirada que transmite mucho o una sonrisa contagiosa. Y recuerda que eres mucho más que un físico, no lo olvides.
2. Deja de compararte con las demás
Compararte con otras mujeres puede derivar fácilmente en un sentimiento de inferioridad. Invierte ese tiempo y energía en valorarte. Haz balance de lo que has logrado conseguir a lo largo del tiempo en cualquier parcela de tu vida, en las dificultades que has conseguido superar o en cómo has evolucionado y crecido para conseguir poco a poco tus objetivos vitales.
3. Aprende de tus errores sin castigarte
Sé consciente de que es humano equivocarse, todas lo hacemos constantemente. Forma parte del proceso de aprendizaje en la vida. Cuando lo hagas, no te cargues de culpa y arrepentimiento; el error ya está cometido y castigarte no va a hacer que te sientas mejor. Trata de enfocarlo desde un punto de vista constructivo y aprende del fallo para mejorar en el futuro.
4. Cuida tu salud
Cuidar tu cuerpo por dentro y por fuera no solo te ayudará a tener una mayor calidad de vida, sino que hará que te sientas orgullosa de ti misma por ser constante en algo que repercute de manera tan positiva en tu vida. Intenta comer lo más sano posible para tener todos los nutrientes necesarios y realiza cualquier actividad física que te motive: corre, baila, haz yoga, patina, nada…
5. Pasa tiempo contigo misma
Disfruta de tiempo en soledad para realizar un ejercicio de introspección que te permita analizar quién eres, en qué punto de tu vida te encuentras y cuáles son tus metas para ser feliz. Felicítate por cada logro conseguido por pequeño que sea, aprende de los errores sin juzgarte y plantéate nuevos objetivos que te ilusionen.
¿En qué medida afecta tu apariencia física a tu bienestar interior? ¿Qué haces para sentirte bien interiormente?